Tiago Barros y Jorge Pereira demuestran que los puentes peatonales no sólo son para cruzar calles, sino también para generar energía eólica.
Al día pasan por debajo de un puente peatonal miles de autos, a diferentes velocidades, pero a final de cuentas cada uno por su aceleración generan movimiento en el aire, por lo que los diseñadores Tiago Barros y Jorge Pereira crearon el proyecto del puente Cruz-Viento.
Este puente eólico está compuesto de una red con 2,188 ligeros paneles de rotación, que al pasar los automóviles por debajo de éste, aumentan la velocidad del viento y optimizan la rotación de los paneles. El proceso para convertir la energía eólica en eléctrica se realiza por medio de una banda electromagnética que se encuentra en cada panel. Su longitud es de 40 metros.
La energía obtenida de éste permite iluminar al mismo puente peatonal, siendo así capaz de visualizar los elementos productivos, a base del movimiento de un agente generador. Para recibir de manera satisfactoria el viento, los paneles tienen un ángulo oblicuo que permite captar de manera óptima el viento en su dirección predominante.
Un aspecto atractivo del puente es su forma de "Z", esto sirve para que los ciclistas puedan subir de un lado y bajar de otro sin problemas, pues el puente está compuesto de rampas con ese objetivo. Además el movimiento de la bicicleta ayuda a la generación de más viento.
El 35% de la membrana de revestimiento perforado del puente, es de acero reciclado de la industria automotriz.
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