Sacyr Vallehermoso ha entrado en Israel con la adjudicación del contrato de diseño y construcción de una planta desaladora por un importe de 300 millones de euros, informó hoy el grupo de construcción, servicios y energía.


La compañía que preside Luis del Rivero se covertirá así en la segunda firma no israelí, después de la francesa Veolia, que construya una planta deestas características en el país. Sacyr destacó que este contrato potenciará su expansión internaciona y su negocio de desalación, con el que actualmente ya desarrolla proyectos en Argelia, Túnez y Australia, además de en España.

La compañía calificó así mismo de "estrategica" esta adjudicación, dada la "larga tradición" en desalación que presenta Israel, mercado donde están presentes las principales empresas mundiales del sector.

En concreto, el contrato contempla el diseño y construcción de la planta desaladora de Ashdod. Sacyr se ha hecho con el proyecto a través de Sadyt, su filial de tratamiento de agua y desalación, y a través de un consorcio que controla al 66,6%, y que completa el socio local Minrav.

La planta contará con tecnología de ósmosis inversa y producirá 100 millones de metros cúbicos de agua desalada al año. Su construcción tiene un plazo de ejecución de treinta meses.

Israel cuenta con una larga experiencia en desalación, dado que dispone de unas treinta plantas, la mayoría en el área de Eilat. Las más grandes utilizan el proceso de ósmosis inversa para tratar 27.000 metros cúbicos diarios de agua salobre.

De su lado, según datos del grupo, Sadyt ha construido más de 55 desaladora, lo que supone más de 1,30 millones de metros cúbicos diarios construidos o en ejecución, esto es, el suministro de agua a más de seis millones de personas. En la actualidad, su cartera de construcción de plantas de tratamiento supera los 250 millones de euros.



Se construye en Taiwan el primer estadio cubierto de paneles solares en el techo.


El contar con edificios que funcionan con energía solar es sinónimo de modernidad y ecología, y eso es precisamente lo que se vive en Taiwan, pues no solo los edificios cumplen con esta función de ahorro energético, sino también los estadios deportivos.

World Games Stadium es el nombre de esta construcción, que tiene como principal atractivo un peculiar techo cubierto de paneles solares en todo alrededor. Según sus creadores, el estadio es capaz de generar hasta 1,14 gigawats/hora anuales, los cuales no sólo se reparten en el estadio, si no cubren una parte importante de la demanda de energía eléctrica en los barrios colindantes.

La obra ecológica está diseñada por el reconocido arquitecto japonés Toyo Ito, quien demuestra con este proyecto que está a favor de la energía solar, haciendo una construcción atractiva, a la vanguardia, y ecológica.

MVRDV inicia la construcción de un gran complejo de viviendas y mercado en Róterdam. El alcalde de Róterdam, y el concejal de urbanismo Hamit Karakus, han puesto la primera piedra del nuevo Rotterdam Market Hall. El edificio, situado en el centro de Róterdam, con forma de arco, ha sido diseñado por MVRDV. El complejo, de 100.000 m², es un híbrido entre mercado público y edificio de apartamentos. Se espera finalizar la obra en el año 2014.


En el lugar donde se fundó Róterdam, cerca de la histórica iglesia Laurens, el Market Hall desarrolla una nueva tipología urbana: el complejo es una combinación sostenible de alimentos, ocio, viviendas y aparcamientos. Plenamente integrado para fomentar y utilizar las posibilidades de sinergia de las diferentes funciones, un edificio público que emerge de la vivienda. La inversión total es de 175 millones de euros, con una superficie total.

Un arco de 228 apartamentos, de los cuales 102 son para alquilar, creará una gran sala que albergará 100 puestos de mercado, tiendas y restaurantes, 1.200 plazas de aparcamiento y un supermercado subterráneo. Los apartamentos tendrán un balcón hacia el exterior y una ventana hacia el interior del mercado. El aislamiento evitará efectos indeseados. El gran óculo de 40 metros de alto y ancho en las partes delantera y trasera será cubierto con una fachada flexible de vidrio suspendido, permitiendo la máxima transparencia y un mínimo de estructura. El interior del arco mostrará los productos del mercado.


El proyecto con un total de 100.000 m2, se espera tener completado en el 2014, y es parte de la actual regeneración del centro de post-guerra de Róterdam. Provast promueve la construcción, Unibail Rodamco invierte en las tiendas y restaurantes, y la empresa inmobiliaria Vesteda gestionará el alquiler de apartamentos, haciendo del edificio una parte de integración social de la ciudad.

Pareciera que la pintura no tiene otra función más que la de hacer lucir mejor las construcciones, o cualquier otro objeto que lo amerite; sin embargo, se ha estado trabajando en una investigación, por parte de científicos británicos, en darle otra función a la pintura: que sea capaz de generar electricidad a través de la energía solar.


La pintura es uno de los elementos más importantes para que luzca más vívido, ya sea su automóvil, su casa, incluso su ropa, pero ¿qué sucedería si esa pintura no sólo hiciera que las cosas lucieran bien, sino que también pudieran producir electricidad por medio de la energía solar?

Aunque esto parezca ser sacado de un libro de hadas o de un sueño fantasioso, podrá ser posible en el futuro, pues ya se trabaja en un proyecto dedicado a la formación de productos, como la pintura, que puedan captar la energía del sol sin necesidad de una enorme placa o panel.
 
El material estaría compuesto por nano estructuras de óxido de titanio con colorante (conocido como DSSC, por sus siglas en inglés), la cual imita la fotosíntesis de las plantas y carece de silicio, por lo que sería mucho más barato que las placas solares convencionales.
 
Dave Worsley, uno de los encargados en la investigación de este proyecto, afirma que el material de esta pintura sería más eficiente en capturar la baja radiación solar, una propiedad muy útil en lugares poco soleados. Por lo que sólo con la producción de acero de la empresa colaboradora en el proyecto se podrían generar 4.500 gigas vatios (Gw) de electricidad anuales.
 
De esta manera, los consumidores podrían imprimir hijas con células solares mediante baratas impresoras sin importar el lugar, pues éste contará con su propia estación eléctrica.
 
La idea principal de sus investigadores es que las nano estructuras permitan identificar un material barato, inocuo y abundante, con el fin de fabricar grandes cantidades y sea más fácil obtener energía solar.
 
Además, la pintura que se utilice absorberá la contaminación ambiental, por lo que tendrá como resultado el impedimento de la acumulación de suciedad en la superficie sobre la cual se aplique. Así se controlará otro de los problemas ambientales como la contaminación generada en la superficie de las construcciones.
 
 
 

Tiago Barros y Jorge Pereira demuestran que los puentes peatonales no sólo son para cruzar calles, sino también para generar energía eólica.

Al día pasan por debajo de un puente peatonal miles de autos, a diferentes velocidades, pero a final de cuentas cada uno por su aceleración generan movimiento en el aire, por lo que los diseñadores Tiago Barros y Jorge Pereira crearon el proyecto del puente Cruz-Viento.

Este puente eólico está compuesto de una red con 2,188 ligeros paneles de rotación, que al pasar los automóviles por debajo de éste, aumentan la velocidad del viento y optimizan la rotación de los paneles. El proceso para convertir la energía eólica en eléctrica se realiza por medio de una banda electromagnética que se encuentra en cada panel. Su longitud es de 40 metros.


La energía obtenida de éste permite iluminar al mismo puente peatonal, siendo así capaz de visualizar los elementos productivos, a base del movimiento de un agente generador. Para recibir de manera satisfactoria el viento, los paneles tienen un ángulo oblicuo que permite captar de manera óptima el viento en su dirección predominante.


Un aspecto atractivo del puente es su forma de "Z", esto sirve para que los ciclistas puedan subir de un lado y bajar de otro sin problemas, pues el puente está compuesto de rampas con ese objetivo. Además el movimiento de la bicicleta ayuda a la generación de más viento.


El 35% de la membrana de revestimiento perforado del puente, es de acero reciclado de la industria automotriz.

Pabellón Flotante es un proyecto que impactará el próximo año por el objetivo de demostrar cómo pueden las ciudades adaptarse al cambio climático, además de formar parte de una construcción que se piensa hacer en un futuro, la Ciudad Flotante.




El pasado octubre, el Canciller de la Ciudad de Rotterdam, Lucas Bolsius, anunció el proyecto del Pabellón Flotante, en la que se demostrará cómo los seres humanos pueden adaptarse al cambio climático sin sufrir riesgos, y ahorrando la mayor cantidad de energía posible. Esta innovadora forma de demostrarlo servirá como un centro para la adaptación al clima y tecnología delta.

La idea del Ciudad Flotante surge por parte de la empresa DeltaSync que está formada por estudiantes, y dirigida por Rutger de Graaf, un estudiante de posgrado de la Universidad tecnológica de Delft. En el concurso internacional Delta realizado por la empresa de consultoría Holandesa en ingeniería Royal Haskoning, en el año 2006, fueron ganadores por la presentación de este proyecto.
 
Ahora lo que se planea es comenzar con su primer etapa, que consta de un Pabellón Flotante, el cual servirá como proyecto piloto y a su vez decisivo, pues de esto dependerá la urbanización flotante, con la que se piensa tener áreas residenciales de este tipo; hasta se tienen ya designadas 1600 hectáreas para el desarrollo de proyectos sustentables como éste.
 
El Pabellón Flotante estará localizado en regiones costeras y a lo largo de los ríos que son susceptibles de inundarse. Su concepto es contar con un excelente potencial como un producto de exportación, para así combinarlo con la experiencia Holandesa en gestiones del agua, la arquitectura y construcción.
 
Las características principales de esta construcción son la flexibilidad y la movilidad, ya que los edificios flotantes se elevan a medida que lo hacen los mares, permitiendo así adaptarse a las necesidades cambiantes de la construcción.
 
Este proyecto forma parte del World Expo 2010, que servirá como previo de la Ciudad Flotante que se planea construir en Shanghái.
 
 

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